Este año, el CAS reafirmó su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad a través del Plan de Acción del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE). Gracias al liderazgo del Comité Ambiental y la dedicación de los vigías ambientales, se llevaron a cabo actividades que dejaron una huella positiva en nuestro entorno. Entre las acciones destacadas se encuentra la siembra de árboles nativos, que contribuye a la restauración de ecosistemas locales, como la Reserva Thomas Van Der Hammen, y la mejora de la calidad del aire. Además, se instalaron comederos para aves, promoviendo la conservación de la fauna local y sensibilizando a la comunidad sobre la importancia de proteger nuestras especies. Estas acciones se complementaron con el monitoreo de aves e insectos, permitiendo registrar la biodiversidad del entorno y fomentar el respeto por los recursos naturales.
El enfoque sostenible también se reflejó en la huerta escolar, donde se implementaron prácticas agroecológicas que promueven la seguridad alimentaria y la educación ambiental. Por otro lado, el monitoreo de residuos sólidos y el cálculo de la huella de carbono del colegio evidenciaron el compromiso con la reducción del impacto ambiental. Estas iniciativas, junto con las asesorías de curso para comunicar los logros a la comunidad, permitieron que el colegio alcanzara uno de sus mayores logros este año: la obtención de la Bandera Verde del programa internacional EcoSchools. Este reconocimiento certifica el esfuerzo colectivo y posiciona al CAS como un referente en educación ambiental y sostenibilidad. A través de estas acciones, el colegio demuestra que el cambio hacia un futuro más sostenible es posible con trabajo en equipo y compromiso colectivo.