Mayo fue el mes en el que los estudiantes de nuestro colegio vivieron una experiencia enternecedora al escribir cartas dedicadas a sus mamás, como una forma de homenajearlas en su mes. Guiados por el amor infinito que sienten por ellas, por su creatividad y por el lenguaje escrito como medio de expresión, plasmaron en palabras y dibujos sus sentimientos, recuerdos y agradecimientos más profundos. Fue una maravillosa manera de crear retratos escritos que les permitieran comprender el valor de comunicar las emociones de manera auténtica.
Todos los estudiantes, sin importar sus edades, permitieron que sus lápices se convirtieran en emisarios para sus mamás. Con palabras sencillas o más elaboradas, escribieron mensajes cargados de amor, ternura y admiración, haciendo que ellas se sintieran aún más amadas.
Luego, en el marco de la entrega de informes académicos, muchas madres expresaron con gratitud la alegría de haber recibido las cartas elaboradas por sus hijos. Este gesto sencillo, pero profundo, dejó una huella en sus corazones, fue un refugio de amor entre ellas y sus hijos; y les reafirmó el poder del lenguaje como puente entre los sentimientos y las personas.