En el programa CAS, los estudiantes nos enfrentamos a nuevos retos con cada experiencia que realizamos, sin embargo, de estos retos una de las partes más importantes del proceso, es la reflexión interna que hacemos luego de haber vivido esa experiencia. Las reflexiones nos permiten darnos cuenta de nuestra evolución como personas, además nos ayudan a identificar características personales de las cuales no éramos conscientes anteriormente.
El proceso de reflexión en CAS es aquel que nos permite tener la satisfacción de identificar el cumplimiento de objetivos propuestos para alcanzar nuestras metas y poder crecer como personas. En el programa, el componente de la reflexión es el más importante ya que es aquí donde el estudiante recoge todo lo que hizo, lo que aprendió, lo que realizó bien, lo que pudo hacer mejor, las decisiones que tomó y cómo se enfrentó a esas situaciones imprevistas, que muchas veces cambiaron totalmente los planes; todo esto para poder consolidarlo en uno o varios de los resultados de aprendizaje que obtuvo. Aprendizaje que permiten hacer una introspección y generar mayor autoconocimiento de quiénes somos, para que así podamos identificar áreas de mejora en sí mismos y tomar acción para cambiar.
La reflexión es un momento crucial en la vida de cualquier ser humano, es aquel momento en el que te das cuenta de quién eras antes y quién eres ahora. La reflexión en el programa CAS es el componente que le da sentido al programa, pues aquí el estudiante podrá saber si logró sus objetivos y metas, o si aún debe seguir trabajando para sentir la satisfacción de haber mejorado y crecido como persona enfrente al exterior.
Mi proyecto lo hago con MUNCAS —nuestro Modelo de Naciones Unidas— en Creatividad y Servicio y ha sido una poderosa oportunidad para que, al simular el funcionamiento de las Naciones Unidas, sea más consciente y reflexiva sobre los problemas del mundo y nuestro país actualmente.
CAS no es un requisito, CAS es para la vida…