Con el apoyo de nuestros vigías ambientales, dimos inicio a las actividades de siembra en la huerta escolar, cultivando lechuga, acelga, cilantro, perejil y, por primera vez, cebolla. Este nuevo cultivo enriquecerá nuestra barra de ensaladas y ayudará a mantener los cultivos libres de plagas de forma natural, de esta manera fortalecemos nuestro compromiso con una agricultura escolar más sostenible.
Estas actividades permiten que los estudiantes se conecten con la naturaleza, aprendan sobre el cuidado de las plantas y comprendan la importancia de una alimentación saludable. La huerta escolar se convierte así, en un espacio de aprendizaje, donde cada semilla representa una oportunidad para cultivar conciencia ambiental y hábitos que benefician a toda la comunidad.