De la mano de estudiantes de grado quinto hasta undécimo, vivimos un día inmersos en el arte del teñido, trascendiendo la simple transformación de telas. Este proyecto nos ofreció una fascinante oportunidad para tender puentes entre la biología, la química y una práctica artesanal que se remota a muchos años atrás. El objetivo era claro: desentrañar los mecanismos por los que la naturaleza logra crear color y cómo estos se adhieren a las fibras textiles a nivel molecular, al tiempo que encendíamos la chispa de la creatividad en cada estudiante. Fue asombroso ver cómo conceptos como la extracción y absorción de nutrientes, reacciones químicas entre mordientes y tela dejaban de ser pura teoría para convertirse en acciones concretas que determinaban la intensidad y permanencia de cada tono.
Las vivencias de esta actividad fueron tan ricas y variadas como los colores que creamos. Desde la meticulosa preparación de las mezclas hasta la inmersión cuidadosa de las prendas, cada paso reforzó habilidades experimentales clave: la observación aguda, la precisión en las mediciones y la paciencia necesaria para ver la magia suceder. Sin duda, esta experiencia demostró que, con una pizca de conocimiento científico y una buena dosis de creatividad, podemos dar una nueva vida y un toque personal a los objetos que nos rodean. ¡Fue una jornada que tiñó de aprendizaje nuestro primer día C+A+S!